La ansiedad es una emoción, como también lo son la alegría, tristeza, ira, vergüenza, entre otras. Su función es prepararnos para responder de forma resolutiva frente a distintas situaciones que se nos puedan presentar, por lo que se activa frente a aquello que percibimos como peligroso (frente a un examen, entrevista de trabajo, hablar en público, etc.). Muchas veces la ansiedad viene acompañada de síntomas físicos: sudoración, taquicardia, temblores y respiración agitada.
Podemos considerarla beneficiosa ya que en sus niveles adecuados nos permite enfrentar situaciones importantes a lo largo de nuestra vida. Por otro lado, podemos tener ansiedad excesiva, que se manifiesta con síntomas más intensos que permanecen durante más tiempo y son desproporcionados a la situación a enfrentar, al punto de interferir seriamente en nuestras actividades diarias ya que puede llevarnos a evitar dichas situaciones con la finalidad de que los síntomas desaparezcan.

Recomendaciones para reducir la ansiedad o evitar que alcance niveles excesivos: técnicas de relajación técnicas de respiración realizar actividades expresivas y placenteras actividad física dormir de forma saludable (cantidad de horas necesarias y de calidad)
ANIMATE A PODER PONERLO EN PALABRAS Y HABLARLO CON ALGUIEN, NO TE OLVIDES QUE LA ANSIEDAD ES UNA EMOCIÓN Y NADIE ES LIBRE DE ELLA.